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lunes, 3 de agosto de 2020

Teoría de la acción comunicativa de Jurgen Habermas

Cómo funciona la sociedad , qué causas explican el comportamiento de la gente, cuando compra, vota o elije pareja. Las ciencias sociales como la economía, la sociología o la psicología social, intentan responder a este tipo de preguntas. Después los políticos,los organismos nacionales o internaciones, se basan en estas teorías para tomar sus decisiones o para justificar las decisiones que toman. Solemos pensar que la ciencia describe las cosas tal y como son. Sin embargo la ciencia está hecha por científicos cuya forma de pensar, prejuicios o ideología se filtran inevitablemente es sus teorías Detrás de estas teorías pretendidamente objetivas, pueden ocultarse planteamientos ideológicos que aceptamos sin darnos cuenta. Jurgen Habermas pertenece a una corriente filosófica denominada la teoría crítica, que se desarrolla en Alemania a lo largo del sglo XX y cuyo objetivo central es este: investigar la relación entre las ciencias sociales y las ideologías intentando mostrar que en cualquier actividad humana y la ciencia lo es, siempre hay detrás intereses. 


 Partamos de un ejemplo sencillo: La economía. La teoría económica parte de los siguientes supuestos.Primero El ser humano es fundamentalmente egoista, es decir da prioridad a sus intereses por encima de cualquier otra cosa. Y en segundo lugar el ser humano actúa de forma racional es decir busca los medio más eficaces para lograr lo que desea. A partir de estos fundamentos los economistas desarrollan todo tipo de teorías sobre lo que la gente compra o vende, porque cambia de trabajo o que hace con sus ahorros. 

   Desde un punto de vista crítico debemos preguntarnos por la validez de estos dos supuestos. ¿es el ser humano es inevitablemente egoísta? Los economistas nos dirán que la experiencia lo corrobora ya que su teorías funcionan. Pero también lo podemos ver esto como un proceso de profecía auto cumplida. Si me explican que los seres humanos con los que convivo son egoístas y que eso está científicamente probado , amoldaré mi conducta a esta visión de forma que muy probablemente terminaré comportándome también de forma egoísta. 

   En segundo lugar las teorías económicas identifica racionalidad con eficacia. Esto es lo que en la teoría crítica se llama racionalidad instrumental. Es un tipo de racionalidad que se caracteriza tomar en consideración únicamente los medios, asumiendo como dados cualquiera que sean los fines. la racionalidad instrumental es indiferente a los fin. Cualquier fon es válido. No hay por lo tanto racionalidad en los fines. ¿Pero esto es realmente así? ¿La racionalidad instrumental es la única posible? 
   La racionalidad instrumental está orientado al control o dominio de algo para ponerlo al servicio de mis intereses. Este es por ejemplo el tipo de relación que en el mundo moderno hemos establecido con la naturaleza. Desde la óptica de la racionalidad instrumental la naturaleza es solo un medio , un recurso a controlar y dominar para ponerlo al servicio de los intereses humanos. No es de extrañar que el desarrollo científico y tecnología haya conducido a la explotación del plantea. Si trasladamos la racionalidad instrumental al campo de las ciencias sociales, no conducirá esto a una explotación y dominio de los seres equivalente a la que vemos en el mundo natural? La teoría crítica busca poner de manifiesto lo que no se dice, lo que no se explica. Por ejemplo, cuestionando el supuesto de que los seres humanos son necesariamente egoístas y que la única forma de ser racional es mirar la eficacia solamente. Pero para Habermas además de esta crítica en necesaria un labor más positiva: desarrollar una teoría del ser humano y de la sociedad alternativa a la del egoísmo y la racionalidad instrumental. Esto le conduce a proponer la teoría de la acción comunicativa que tiene en su base la razón comunicativa o dialógica como alternativa a la racionalidad instrumental. 

   El punto de partida de Habermas es la comunicación. Nos pasamos una parte importante de nuestra vida comunicándonos con los demás y este es un hecho presente en todas las sociedades y todas la épocas. En la comunicación está inserta un racionalidad, la razón comunicativa que nos permite comprender la dimensión social del ser humano desde una claves muy distintas a las que plantean muchos científicos sociales. La afirmación clave es esta: si los seres humanos fueran irremediablemente egoístas y la única racionalidad fuera la instrumental, la comunicación no existiría, o de existir habría desaparecido. 

¿Por qué? Vamos a analizar tres aspectos fundamentales 

 1.  En primer la comunicación requiere de un compromiso recíproco con la verdad o validez de lo que se dice. Todos sabemos que hay muchas situaciones en las que mentir es beneficioso. Pero en una sociedad en la mentira fuera lo habitual la comunicación dejaría de existir. Para qué voy a escuchar lo que alguien me dice si sé que probablemente miente. Esto revela que la comunicación es una actividad cooperativa basa en la confianza mutua Es decir que el respeto por la verdad o la validez de lo que se dice sea más fuerte que los intereses egoístas de cada uno. Sin este compromiso con la verdad que damos por supuesto en los demás y que asumimos cada uno la comunicación no es posible. Desde el punto de vista de la racionalidad instrumental mentir puede ser racional en muchas ocasiones. Es un medio para logra lo que quiero. Desde el punto de vista de la razón comunicación mentir o engañar es irracional, porque me incomunica y me aísla de los demás, me impide establecer vínculos. En cambio el compromiso con la verdad, en la medida en que hace posible la comunicación, fortaleza los vínculos con los demás. 

 1.  El segundo rasgo es la disposición al diálogo racional. La finalidad de toda comunicación es el entendimiento de quienes se comunican. En un doble sentido, entender lo que cada un dice y en segundo lugar entenderse en el sentido de ponerse acuerdo. Supongamos que tengo un vecino muy ruidoso que me impide dormir. Acudo a su casa y le digo "Debes hacer menos ruido por la noche". Y el contesta ¿Por qué debería hacerlo? A partir de aquí podemos ver el contraste entre los dos tipo de racionalidad de las que estamos tratando. Desde la perspectiva de la racionalidad instrumental, el objetivo es encontrar un medio que logre el efecto que deseo. Cómo conseguir que mi vecino deje de hacer ruido por la nocha. Puede recurrir a la amenaza o directamente a la violencia. Puede recurrir la incentivo: te pagará, o al engaño o la manipulación. En cualquier de estas acciones estoy tratando a mi vecino como una cosa en la que quiero influir para conseguir el efecto deseado. Desde la perspectiva de la racionalidad comunicativa,su respuesta ¿Por qué debería hacerlo? permite iniciar un diálogo en torno a las razones que sustenta mi ruego. La finalidad de esta diálogo en exponer las razones que tiene cada uno, confrontarlas para intentar llegar a un acuerdo a un entendimiento. En un diálogo de este tipo mi objetivo no es influir es mi vecino, sino convencerlo en base a razones. Que comprenda  que efectivamente tengo buenas razones para exigirle que haga menos ruido. Puede ser que en el curso de este diálogo sea él el que me convenza de sus razones. En cualquier de los dos casos tratamos de motivar la acción de la otra parte con argumentos. La comunicación implica la disposición de los hablantes a aceptar resolver sus diferencias dialogando en busca de una acuerdo basado en las mejores razones. Evidentemente el acuerdo no siempre es posible, a veces fracasa.Pero la disposición a convencer y a dejarse convencer está implícita en la comunicación, es lo que da sentido á diálogo. 

3. El tercer aspecto es el considerar es que el diálogo racional es el modelo ideal de relación social entre personas. Hemos visto que la comunicación conlleva la disposición a emprender un diálogo racional en busca del entendimiento cuando este acuerdo no se da en un principio. En un diálogo racional las personas establecen un tipo de relación en la que se reconocen mutuamente como sujetos libres y iguales. ¿Por qué? El objetivo de diálogo en convencer, no coaccionar, ni manipular . Por lo tanto los que dialogan se tratan entre ellos como personas libres que atienden solo al peso de las razones. Y en segundo lugar quienes dialogan reconocen la igualdad de todos los participantes. Todo tienen igual derecho a la palabra y las razones que todos aportan merecen igual consideración. En condiciones ideales el diálogo se desarrolla libre de coacciones y con un reconocimiento pleno a la libertad e igualdad de todos. Pero esto es al más que un utopía o un buen deseo. La lógica del diálogo lleva implícitos estos principios y que por lo tanto tiene un valor regulativo. Es decir se puede apelar a él cuando las cosas en un dialogo real no funcionan conforme a este ideal. Si la finalidad del diálogo es el acuerdo, el consenso, el diálogo es la máxima expresión del respecto incondicional que todo persona merece como sujeto libre. 

   La racionalidad instrumental es indiferente a los fines o valores, solo atiende a los medios. La racionalidad comunicativa nos muestra que es irracional no respetar ciertos principios o valores sin lo cuales la comunicación no es posible: el compromiso con la verdad y validez de los que se dice, la búsqueda del entendimiento y el respeto a todo hablante como sujeto libre e igual. Esto valores están inscritos en el propio hecho de la comunicación y conforma una ética de valor universal, como universal es el hecho de la comunicación. 

   Evidentemente hay muchas situaciones de la vida social donde rige la racionalidad instrumental. Los agentes en la bolsa, los soldados en una guerra, los políticos en una elecciones, los conductores en un carretera atascada. Sin embargo podemos enumerar otras tantas situaciones donde es la racionalidad comunicativa la que estructura la relaciones que establecen las personas. Distinguir ambas nos permite reflexionar sobre hacia donde evoluciona nuestra sociedad y cual de las dos racionalidades es la que se impulsa y favorece.

martes, 21 de abril de 2020

LAS TEORÍAS DEL CONTRATO SOCIAL

 
Todos formamos parte sociedad que están reguladas por leyes y normas. Hay cosas que no podemos hacer, por ejemplo maltratar a otro, robar, tirar la basura por la ventana o conducir por una autopista en dirección contraria .Hay cosas que debemos hacer por ejemplo,  pagar impuestos, cuidar de mis hijo, si lo tengo o devolver un préstamo si lo he solicitado.
 Una pregunta filosófica interesantes es por qué debería obedecer todas estas normas. Pero aquí hay que diferencias entre causas y razones
- Aquí no nos interesa cual es la causa que nos lleva a obedecer. Es decir que nos lleva a obedecer. Causas de este tipo son el miedo a los castigos (como ir a la cárcel o una multa), o el reproche social, el patriotismo o simplemente que me gusta obedecer.
- La pregunta filosófica que es la que nos interesa aquí,  busca razones. Es decir porque yo o cualquier persona  debería obedecer. Se trata de buscar razones válidas o asumibles por cualquiera que desee utilizar la razón para resolver esta pregunta.

  Se han planteado diversos tipos de razones para resolver este pregunta. Podemos encontrar en la historia del pensamiento tres tipos:
1. Quienes apelan a la naturaleza del ser humano. Somos seres hechos para vivir en sociedad. Por lo tanto la obediencia a las normas establecidas es algo necesario para que un persona se desarrolle y viva una vida propia del ser humano . Este es el punto de vista de Aristóteles, por ejemplo.
2. Quienes apelan a algo trascendente pero que debe ser obedecido. Por ejemplo Dios o los dioses, o los antepasados o algo semejante. Debemos obedecer porque así lo han querido otros (Dios, dioses , antepasados)  a quienes debemos obediencia.
3. Quienes apelan a la libre voluntad de las personas. Debemos obedecer porque nos interesa o preferimos vivir en una sociedad regida por normas que lo contrario. Dentro de esta apartado están las teorías del contrato social.

  Las teorías del contrato social son características del pensamiento moderno, por eso se desarrollan en los siglo XVII y XVIII. Los contractualistas rechazan la idea de que la obligación de obedecer leyes se funde en la voluntad de Dios o algo semejante y también en teorías sobre la naturaleza humana que al fin y al cado son discutibles. Intentan buscar las razones que justifican la obediencia de la forma más clara y  simple  posible. Asumiendo la mínima cantidad de supuestos. Su punto de partida son los individuos y su libre voluntad.

  Para los contractualistas el rasgo que define al ser humano es la libertad. Por lo tanto cuando un ser humano ha de obedecer a algo (una norma) o a alguien (una autoridad) solo hay dos opciones:
- Que obedezca  por la fuerza, porque no le que da más remedio. En una atraco el delincuente consigue que yo le obedezca pero lo hace  atentando  contra mi libertad. Consigue mi obediencia pero realmente no tiene derecho a ella. Por lo tanto una norma o un gobernante cuyo poder se asienta solo en la fuerza no es legitimo, es capaz de hacernos obedecer pero lo hace sin derecho.
 - Solo hay otra opción : Que obedezca voluntariamente. Obedecer voluntariamente puede parecer una contradicción pero no lo es necesariamente. La contradicción desaparece si  esa obediencia es fruto de un compromiso adquirido previamente , de forma voluntaria .Este es el caso de las promesas. Le pido prestada a un amigo su bicicleta y le prometo devolvérsela en un mes. Cuando dentro de un mes me la pida, debo obedecerle, pero esta obediencia ha nacido un compromiso que he aceptado voluntariamente. Y lo mismo sucede en un contrato. Si suscribo un contrato de trabajo con una empresa, lo hago voluntariamente. Pero una vez suscrito me obliga a acudir a mi trabajo y desempeñar mi función. El empresario tiene derecho a obligarme a trabajar  mientras en contrato esté vigente. Es un obligación que nace de un acto voluntario.

  Este modelo de obediencia voluntaria en base a un contrato, es el que los teóricos del contrato social extienden al conjunto de la sociedad. Si los ciudadanos de un país deben obedecer las leyes de ese país es porque en el algún momento han firmado un contrato comprometiéndose voluntariamente a hacerlo. Pero esto realmente no sucede así . Todos estamos sometidos a las leyes de nuestra nación y no hemos firmado nunca un contrato social, ni siquiera nos lo han propuesto.

  Las teorías del contrato social son argumentaciones contrafácticas. Se trata de preguntarse o de imaginar qué tipo de  contrato social hubieras estado dispuestos a firmar voluntariamente para formar parte de una sociedad. Qué utilidad tiene imaginar algo así. La idea es comparar las obligaciones que estaría dispuesto a asumir en ese contrato hipotético con las que de hecho me toca asumir en la sociedad en la que vivo. Si las obligaciones hipotéticas y las reales son semejantes, perfecto. Vivo en una sociedad donde se me obliga a cosas que yo estaría dispuesto a firmar por contrato. Si no coincide lo hipotético y lo real implica que las cosas no se están haciendo bien en el país al que pertenezco. Se me imponen obligaciones que yo no aceptaría si tuviera la oportunidad de elegir. Son , por lo tanto obligaciones ilegítimas.

  Las teorías del contrato social son , por lo tanto, un razonamiento hipotético, en el que  se parte de lo que se denomina el estado de  naturaleza. Aquella situación en que los seres humanos viven al margen de la sociedad, de forma completamente libre, sin están sometidos a ninguna norma. A partir de aquí se intenta explicar qué tipo de contrato o compromiso firmarían estas personas por el que abandonan el estado de naturaleza y empiezan a convivir bajo normas. En definitiva :  Qué tipo de normas y autoridades establecerían de mutuo acuerdo y de forma voluntaria  en ese contrato.

  En el contractualismo clásico de los siglo XVII y XVIII hay tres teorías fundamentales las de T. Hobbes, J. Locke y J.J Rousseau. Cada uno de ellas enfoca de forma muy distinta el estado de naturaleza y por lo tanto el tipo de contrato social que propone.
J.J Rousseau
John Locke
Thomas Hobbes
 
 

  Vamos a exponer estas tres teorías sirviéndonos de tres metáforas que nos pueden ayudar e entenderlas.

 
Hobbes y el padrino. El barrio X de las ciudad Y está controlado por una banda de gánsters al frente de la cual esta Vito Corleone, el padrino. Esta mafia controla todo lo que pasa en el barrio. Extorsionan a los vecinos pidiéndoles dinero a cambio de protección,  controlan el tráfico de drogas, el juego y todos los negocios. Vito Corleone tiene un poder absoluto. Puede ordenar matar a cualquier que se le oponga o no le obedezca. Lo curioso es que los vecinos aprecian a Don Vito, le quieren como a un padre. ¿Por que? Porque es preferible que mande uno, a una guerra entre bandas o familias. El poder absoluto del  padrino atemoriza a todos de forma que viven en paz aunque vivan sin libertad. Este es el planteamiento de Hobbes. El ser humano es egoísta y ambicioso. Cada uno mira por su supervivencia. Y es tan fácil matar a alguien. Así que en el estado de naturaleza la lucha por supervivencia desemboca en una guerra de todos contra todos. Pero esta no es una vida agradable. Por lo que Hobbes piensa que las personas estarían dispuestas a transferir todo el poder a un autoridad única, un soberano que ponga orden. Lo llama el  Leviatán  .Para  Hobbes la única manera que hay para  que las personas respeten las normas, es el miedo. Por ello el poder del  soberano es absoluto, sin límites. A través del contrato social las personas renuncian a su libertad, se someten a un dictador, pero viven en paz y seguros.

  La teoría de Hobbes explica porque en tantas ocasiones a lo largo de la historia los pueblo han consentido o apoyado a dictadores: es preferible que uno tenga todo el poder a la guerra civil. El objetivo de Hobbes era mostrar que las monarquías  absolutistas que se consolidan en Europa en este época son la mejor y realmente  la única solución política viable.

 Locke y el peluquero. Hay cosas que es difícil hacer por uno mismo. Por ejemplo cortarse el pelo. Aunque quiera hacerlo bien, es difícil. Por eso preferimos acudir a un profesional. Evidentemente yo soy el único que tiene derecho a tocar mi pelo. Nadie puede hacerlo, sin mi consentimiento. Pero soy consciente de que yo no lo voy a hacer bien. Por eso transfiero mi derecho a cortar mi pelo a otra persona, confiando en que él lo hará bien. Esta transferencia es voluntaria y condicionada. Si veo que lo hace mal, me voy y no le pago. Según Locke el ser humano vive feliz en el estado de naturaleza. Cada uno vive de forma libre y por sus propios medios. Pero hay algo que es difícil que uno mismo haga bien. Resolver conflictos cuando está implicado en el problema, cuando uno mismo forma parte del conflicto. Supongamos que mi vecino tiene un granja de cerdos río arriba. Vierte al rio los desechos y contamina el rio del que yo saco agua. Ante mis protestas me dice que él se ocupa de los suyo  y que la contaminación del río no es  su problema . Un conflicto así se puede complicar y sin una mediación puede  acabar  muy mal. Por eso, dice Locke, en el contrato social,  cedemos a un tercero la tarea de  resolver  el conflicto. Llamemos a esta persona juez. Con el contrato social adquirimos el compromiso de obedecer la sentencia del juez, porque él está en mejores condiciones de resolver el conflictos que quienes estamos implicados. Claro un juez debe aplicar una ley. Así que transferimos nuestro derecho a hacer leyes a otras personas a las que llamamos legislador o parlamento. Y lógicamente alguien debe velar porque las decisiones del juez se cumplan así  que cedemos nuestro derecho  a hacer cumplir  la ley a otra personas que llamamos Gobierno. El poder del juez , el legislador o el gobierno nace de una cesión parcial de mis derechos vinculada al ejercicio de  la función concreta que cada institución deben llevar a cabo. Es por lo tanto un poder limitado y si no lo cumplen bien, podría reclamar que me  devuelvan los derechos cedidos.

  Locke es el fundador del liberalismo político. Si el estado tiene un poder  es porque se lo  hemos prestado. Al igual que contratamos los servicios de un peluquero contratamos los servicios del estado. Pero este poder es limitado, no absoluto. El estado no puede intervenir en aquellos derechos que no le ha cedido, por ejemplo la libertad de expresión o la propiedad privada. El pensamiento de Locke pone las bases para el desarrollo del liberalismo  en los siglos  XVIII y XIX .

 
  Rousseau y los náufragos. Un barco se ha  hundido en alta mar. Algunos  pasajeros han podido subirse a un bote salvavidas. Ahora, a bordo del bote deben remar para alcanzar la costa antes de que se les acaben las provisiones. En esta situación llegar a la costa es  un interés compartido por todos. Todos quieren sobrevivir. ´Por lo tanto remar es una cuestión de interés general. Que cada uno reme interesa a todos por igual. Cuando hay un interés general se pude formar una voluntad general. La voluntad general es aquella que dicta lo necesario para que los náufragos se salven. Tenemos a Pérez que no quiere seguir remando porque piensa que es mejor esperar a que los rescaten  o simplemente porque es depresivo y piensa que están perdidos. ¿tienen derecho los demás náufragos  a obligarle a seguir remando? Sí,  porque le obligan a hacer aquello que  en relación es de su propio interés, aunque él no se de cuenta cabalmente . Al obligarle a seguir remando le obligan a hacer aquello que él debería desear hacer en su propio interés. Si los náufragos eligen a Fernández como líder. ¿Puede Fernández dar órdenes a los demás náufragos? Sí, siempre y cuando su decisiones estén en el marco de la voluntad general. Es decir están vinculadas al interés común de sobrevivir todos. La voluntad general es unión de las voluntades de cada uno. Tenemos a Martínez con sobrepeso. Sin Martínez irán mucho más rápido. ¿Pueden tirarlo por la borda? No porque esa decisión, aunque sea mayoritaria no aúna la voluntad de cada uno. Excluye la voluntad de Martínez que evidentemente no quiere ser arrojado al mar. La voluntad general es solo aquella que está compuestas por las voluntades de todos y cada uno..

  El pensamiento de Rousseau expresa dos conceptos clave. El de soberanía popular. El poder se fundamente en las personas, en el  pueblo y éste  nunca renuncian definitivamente a sus libertades. Si el ciudadano obedece es porque lo que se le manda es conforme al interés de todos y por lo tanto también al suyo. Los gobernantes sólo son intérpretes y ejecutores de esa voluntad general, del interés común. Ahora bien¿ cómo se forma la voluntad general? .La forma más pura sería a través de una participación directa del ciudadano en la toma de decisiones. En ese sentido la teoría de Rousseau    fundamenta la llamada democracia directa o radical. Pero incluso aunque existan instituciones representativas, como los parlamentos, el funcionamiento de dichas instituciones debe ser aquel que garantice que las decisiones de los representantes reflejan el interés general. Rousseau es por lo tanto el gran teórico de la democracia moderna.



miércoles, 1 de mayo de 2019

Lo dionisíaco y lo apolíneo en Nietzsche. Citas del "Nietzsche" de R. Safranski, Ed Planeta.

La reinvidicación de Nietzsche de los dionisíaco busca una reconciliación del ser humano con la vida y una recuperación de la espontaneidad y la pasión. Lo apolíneo que ciertamente en necesario para encauzar la fuerza las pulsiones , ha establecido , sin embargo, en el ser humano  una serie de divisiones, compartimentos y barreras de contención que han rompen  la unidad vital y operan como inhibidores de esa vitalidad. Así la vida declina, desconectada de aquello que da color y sabor.

  Lo dionisíaco es un fondo (que más tarde Freud y Jung identificarán como lo inconsciente  ) caótico e innombrable del que procede la energía   vital. Es algo así como una magma latente pero en ebullición.

"Nietzsche usa la palabra «dionisiaco» para designar la realidad absoluta en un sentido que no siempre obedece a un uso rigurosamente terminológico. También designa como dionisiaco el poder bárbaro, previo a la civilización, y los excesos sexuales (1, 31), así como los impulsos por debajo de la civilización. Cuando Nietzsche usa el concepto de lo dionisiaco en el sentido de lo que está antes y por debajo de la civilización, entonces este uso histórico-cultural o antropológico del concepto permanece referido, no obstante, al núcleo de su significación, que es de tipo ontológico o metafísico. Lo dionisiaco significa lo «uno originario» (1, 38), el ser envolvente, que en definitiva no es comprensible. El concepto de lo dionisiaco implica una decisión teórica, que por su parte se remonta a una experiencia fundamental. Ya para el joven Nietzsche el ser es algo movido, amenazador y seductor a la vez. Lo vive en el relámpago, la tormenta y el granizo, y muy pronto aparece en sus esbozos el niño del mundo de Heráclito, que lúdicamente construye y destruye mundos. Hay que haber experimentado el mundo como lo monstruoso, como un ser donde la vida que ha despertado a la conciencia no se encuentra segura. El ser se muestra dionisiacamente cuando lo familiar se hace inhóspito."



Nietzsche lleva hasta este concepto a través del pensamiento de Schopenhauer que descubre siendo joven:

"El año 1865 descubría en un anticuario de Leipzig los dos tomos de El mundo como voluntad y representación; los compró, los leyó inmediatamente y, tal como cuenta en su autobiografía, durante cierto tiempo anduvo a tientas envuelto en una especie de embriaguez. Leyó allí que el mundo labrado por la razón, el sentido histórico y la moral no es el mundo genuino. Por detrás o por debajo ruge la vida real: la voluntad. En las cartas y esbozos de los años de Leipzig, entre 1866 y la primavera de 1868, se manifiesta una actitud de conmoción, casi podría hablarse de una conversión. Ve inmediatamente con toda claridad que la esencia del mundo, su sustancia, no es algo racional, lógico, sino un impulso oscuro, vital. Y lo más importante era que la idea de Schopenhauer relativa a la redención por el arte lo confirmaba en su pasión por la música".

La conciencia, expresión de lo apolíneo , separa, limita, contiene. El racionalismo encarcela lo dionisíaco. 

"Nietzsche critica la alta estima de la conciencia, considera fatal el despliegue de aquel pensamiento socrático según el cual «todo ha de ser consciente para ser bueno» (1, 540). Ante todo, con ello quedó destrozada la tragedia, y luego se limitó y reprimió de manera general el inconsciente creador. Sócrates rompe el poder de la música y pone en su lugar la dialéctica. Sócrates constituye una fatalidad, pues con él comienza un racionalismo que ya nada quiere saber de la profundidad del ser. Sócrates es el comienzo de un saber sin sabiduría. Concretamente en la tragedia, el pathos del destino fue desplazado por el cálculo, las intrigas y las previsiones. La representación de poderes de la vida fue sustituida por la escenificación de intrigas pensadas con refinamiento."

En el arte (sobre todo en las artes dionisíacas: musica, danza) lo dionisíaco se libera de los límite y  logra un cauce de expresión

"Pero en las artes dionisiacas desaparece el límite. El arrebatado por la música, la danza y otros productos artísticos de encantamiento pierde la distancia. En la embriaguez se pierde la conciencia de la misma. El visionario dionisiaco no se ve desde fuera; por el contrario, el entusiasmado en forma apolínea permanece reflexivo. Disfruta su entusiasmo sin hundirse enteramente en él. Lo apolíneo se dirige al individuo, lo dionisiaco produce la supresión de los límites."

"Seduce en lo dionisiaco una triple eliminación del límite, una triple superación del «principio de individuación» (1, 554). El hombre supera los propios límites para pasar a la naturaleza, se siente uno con ella. En lo orgiástico, en el amor y en la embriaguez de la masa también se deshace el límite con el otro hombre. Y el tercer límite es destruido en el interior del individuo. La conciencia se abre a lo inconsciente. Un yo que se aferra angustiado a su identidad tiene que experimentar como amenazadora esta triple destrucción del límite. Frente a esto, la disposición al placer del ocaso sería dionisiaca."

Lo dionisíaco subyace a la cultura

"Según la concepción de Nietzsche, lo dionisiaco es el tremendo proceso mismo de la vida, y las culturas no son sino los frágiles y periclitantes intentos de crear una zona en la que se pueda vivir. Las culturas subliman las energías dionisiacas; las instituciones culturales, los rituales, las interpretaciones del sentido, etcétera, son representaciones y sustituciones que se alimentan de la propia sustancia de la vida y, sin embargo, la mantienen a distancia. Lo dionisiaco precede a la civilización y está bajo ella, es la dimensión amenazadora y a la vez seductora de lo monstruoso".

  La lucha es una manifestación de los dionisíaco, por lo tanto la guerra y en algunas culturas (como los griego o la nuestra) el deporte canalizan lo dionisíaco:

"Advertido por Jakob Burckhardt de este fundamental rasgo agonal de la cultura griega, Nietzsche incluye el concepto de la transformación de la guerra en certamen dentro de su esquema de transfiguración de las energías dionisíacas en una forma apolínea donde pueda vivirse. Pero existe el peligro de que en las formas apolíneas se apague la energía dionisíaca, por lo cual, según Nietzsche, es necesario para la conservación de la vida de la cultura que periódicamente salga a la luz su fértil subsuelo y, como la lava de un volcán, renueve la tierra para una mayor fertilidad en la medida de lo posible. Así entiende Nietzsche el poder culturalmente creador del «genio militar»"

 

"La sabiduría dionisíaca es la fuerza de soportar la realidad dionisíaca. Hay que soportar dos cosas: un placer nunca conocido y un hastío. La disolución dionisíaca de la conciencia individual es un placer, pues con ello desaparecen «las barreras y los límites del ser» (1, 56). Pero cuando ha pasado este estado, cuando la conciencia cotidiana se adueña de nuevo del pensamiento y de la vivencia, entonces un hastío se apodera del dionisíaco desencantado. Este hastío puede crecer hasta el horror: «Con la conciencia de la verdad contemplada una vez, ahora el hombre ve por doquier solamente lo horroroso o lo absurdo del ser» (1, 57). ¿Qué sucede aquí? ¿Dónde se muestra lo horroroso? ¿Lo horroroso es la contemplada verdad de lo dionisíaco, o bien la realidad cotidiana, que adquiere un aspecto pavoroso, una vez que alguien ha experimentado las delicias de la inmensidad sin fronteras de lo dionisíaco? Nietzsche se refiere al doble horror: desde la conciencia cotidiana lo dionisíaco es horroroso y, a la inversa, la realidad cotidiana es horrorosa si la miramos desde lo dionisíaco."




sábado, 16 de marzo de 2019

MARX Y LOS ROBOTS

Cuando imaginamos una sociedad completamente robotizada un escalofrío recorre nuestro cuerpo.
¿Los humanos ya no seremos necesarios?¿En qué vamos a trabajar? ¿De qué vamos s vivir? Sin embargo cabe pensarlo desde el punto de vista contrario, los robots nos liberan del trabajo obligatorio y es entonces cuando verdaderamente podemos disfrutar  de la vida. Ver la robotización como una amenaza implica la idea de que el trabajo asalariado es un destino ineludible para el ser humano y que si los robots destruyen este trabajo, nuestra vida se desmorona. O trabajas o te muere de hambre. Pero¿ esto debe ser así necesariamente?

  Cuando Marx piensa en el comunismo, ultima etapa de la evolución histórica de la humanidad, piensa en una sociedad desarrollada tecnológicamente a un nivel tan alto que el trabajo humano obligatorio ya no es necesario. Pero esto, en lugar de ser una mala noticia , es sin embargo la mejor noticia. Por fin el ser humano es completamente dueño de su vida. La sociedad , altamente productiva, la proporciona los bienes que necesita, y cada persona, con todo el tiempo para sí mismo se dedica a desarrollar sus talentos y aficiones en libertad.Un paraíso,vamos. 

¿Donde quedó el paraíso comunista de Marx?

  Vamos a analizar en qué supuesto se asienta este idílico paraíso comunista y a preguntarnos por qué  no ha ocurrido (¿todavía?) .

  1. Para Marx tecnología y capitalismo es una combinación fatal, suicida, por decirlo así. Esto puede resultar llamativo, visto hoy en día, cuando hemos comprobado como el capitalismo ha inducido un enorme cambio tecnológico ( y en cierto sentido sobrevive gracias a él) mientras que, en las así llamadas sociedades socialista o comunistas, el desarrollo tecnológico y científico se estancó hace mucho tiempo (con consecuencias fatales que todos recordamos). El punto de vista de Marx se puede resumir así. La competencia entre empresas en el capitalismo alienta la innovación técnica. La innovación técnica abarata la producción al sustituir mano de obra humana por máquinas. Si la producción se abarata , los beneficios descienden, porque lo que se vende tiene menos valor y si los beneficios menguan , las empresas cierran y se produce la crisis económica. Es importante ver que para Marx la crisis es un resultado inevitable ya que las empresas en el capitalismo solo pueden huir hacia adelante. Si la empresa X ve reducidos sus beneficios, para sobrevivir, se verá forzada a introducir nuevas innovaciones técnicos, lo que abaratará más su producción. A corto plazo , esto le permitirá ganar a la competencia, pero cuando esa innovación se generalice, todas las empresas salen perdiendo, porque producen y venden algo que ahora tiene todavía menos valor. 

  Hay una segunda vertiente de las tendencias suicidas del capitalismo. La tecnología permite producir cada vez más, pero los salarios que pagan los capitalistas son de subsistencia. Por lo tanto no hay quien compre los productos que se fabrican (coches por ejemplo) y llegamos así a una crisis de superproducción que desemboca en una crisis económica. 

  Frente a ello el socialismo implica, tomar esa ingente producción y ponerla en manos de la gente, ya que no es necesaria la existencia de un capitalista que obtenga beneficio. Esta era para Marx la única salida posible ¿Era la única realmente?

  La sociedad de consumo  ha sido la solución a través del cual el capitalismo ha sido capaz de sobrevivir a las consecuencias de la caída del valor de los bienes como resultado del desarrollo tecnológico. La caída del beneficio que pronosticó Marx no se ha producido porque se produce mucho y muy barato, pero se consume mucho y muy barato. Antiguamente un abrigo le duraba a la gente media vida, hoy en día te compras un abrigo cada año. De la  mismo forma la subida de los salarios a los trabajadores por encima del nivel de subsistencia ha hecho de ellos consumidores de los productos que las empresas fabrican, evitándose las crisis de superproducción. 

 
Marx no pudo vislumbrar la sociedad de consumo. Vivió en un momento histórico en el que la pobreza  era para la clase trabajadora un destino ineludible dentro del capitalismo y la única forma de cambiar esto era a través de un cambio en el sistema.
  
  La sociedad de consumo así como el estado del bienestar y la democracia representativa han apuntalado económica y socialmente el capitalismo. Y aunque sigue sufriendo crisis periódicas (como Marx afirmaba)  ha sido capaz de proporcionar un nivel de bienestar a amplios sectores de la población de los países desarrollados como nunca antes en la historia se había visto. 

  2. Hay un segundo aspecto en la relación entre tecnología y capitalismo. El capitalismo es un sistema basado en la competencia entre empresas en el mercado. La competencia es algo parecido a una guerra, por lo tanto tiene un aspecto destructivo. Empresas viables puede desaparecer si son derrotadas por otra mejores. Todo esto implica destrucción de capital. Añadamos a esto que quienes triunfan puede que lo hagan como fruto de la especulación, el espionaje u otros manejos peores. Puede suceder que el mercado no seleccione realmente  a las mejores empresas sino a las más oportunistas, destruyéndose un tejido industrial valioso para la sociedad. 

  Frente a ello la economía de planificación centralizada del socialismo evita todos estos problemas. Una autoridad única planifica, organiza  para lograr el uso más eficiente de los recursos de cara a satisfacer las necesidades de la población. Posiblemente este ha sido uno de los errores claves del pensamiento de Marx y del marxismo en general: su ingenua confianza en que la planificación central de la economía iba a producir un uso eficiente de los recursos. Nos encontramos aquí con el problema del agente. Los funcionarios  que planea y organizan los planes, así como los gestores que llevan a cabo los planes de producción y los trabajadores en su conjunto ¿son seres angélicos inspirados únicamente por el deseo de contribuir al bien común? o ¿son seres humanos con sus egoísmos, limitaciones miedos y ambiciones habituales en todo ser humano?  Las pequeñas ( o no tan pequeñas ) desviaciones que la limitación humana induce en cada funcionario, trabajador etc.  ,sumadas puede producir tremendas disfunciones e ineficiencias que se van acumulando y puede llevar a una sociedad al estancamiento y la asfixia económica (véase los casos de la Unión soviética , Cuba etc.) y más tarde al colapso. 

  ¿Quizá el momento es ahora?

  La historia ha mostrado las limitaciones del punto de vista de Marx sobre la inminencia de la revolución socialista y sobre su viabilidad sobre la base de la planificación centralizada. Pero podemos preguntarnos  ¿no es quizá el momento ahora? ¿Y de ser así cómo?

  1. Quizá Marx se equivocó de época. Quizá era necesario esperar a que el capitalismo llevará a cabo una revolución tecnológico como la que estamos viviendo, para dar el salto a otro sistema. ¿Hay razones para pensar que el momento es ahora? El desarrollo de la inteligencia artificial y la robótica permite vislumbrar un futuro en el que buena parte del trabajo humano sea realizado por máquinas. En el capitalismo donde la retribución que cada uno recibe está en relación al trabajo que realiza, esto puede ser un horizonte amenazador. Si rompemos esta relación y  proporcionamos a todo ciudadano, y por el mero hecho de serlo,  los bienes necesarios para desarrollar su vida (enormemente baratos de producir, dada la tecnología) con independencia de que realice un trabajo o no, el panorama cambia drásticamente. ¿es esto posible?

  Razones para pensar que sí:
- En nuestra sociedades ya hay amplios sectores de personas que reciben lo necesario para vivir sin realizar trabajo alguno (jóvenes, jubilados, enfermos etc). Se trataría de ir ampliando este número en la medida en que la tecnología vaya sustituyendo trabajo humanos por el de las máquinas.
- Igualmente la jornada laboral se ha ido reduciendo en los países desarrollados. La jornada laboral iría menguando, liberando tiempo para las personas, sin que tengan que menguar los bienes de los que disfruta. 

Razones para pensar que no :
- Si esta proceso de liberación del trabajo no se realizan de una forma más o menos uniforme en el mundo nos encontraremos con las tensiones migratorias que ya sufrimos y que generan complejos problemas sociales y políticos. 
- La sociedad me otorga los bienes necesario para vivir y me libera del trabajo obligatorio. Perfecto. Pero puede que yo no me conforme con los necesario, quizá yo aspira a un nivel alto de vida o de gran consumo o quizá desee disfrutar de bienes posicionales, es decir bienes a los que solo unos privilegiados tiene acceso. Si la mayoría de seres humanos albergan estos deseos, no hay mucho que hacer. El capitalismo que es la organización del  egoísmo y la codicia  serán eternos. 

  2. Y qué decir la del planificación centralizada. A día de hoy parece claro que los mercados son necesarios para la correcta asignación de los recursos de cara a la producción de bienes y servicios. Sustituirlos por sistema centralizados es un error. Sin embargo los mercados deben estar regulados por la autoridad publica y socavar este control, es un error mayúsculo, como la reciente crisis económica ha mostrado. Pero junto ello en una sociedad donde el trabajo forzoso y retribuido va perdiendo peso, el trabajo voluntario y orientado a la realización personal lo gana y con él , la capacidad de las personas de auto-organizarse para llevar a cabo muchas cosas sin necesidades ni de los mercado ni del estado. La conjunción de mercados eficientes, autoridades publicas honestas y ciudadanos activos  es posiblemente la mejor solución que tenemos a la vista hoy en día. 

viernes, 22 de junio de 2018

La vida como realidad radical según Ortega.

LA VIDA COMO REALIDAD RADICAL       TEST DE AUTOEVALUACIÓN

 1 Qué es filosofía 


 Reconciliar la razón y la vida, que para Ortega es la tarea intelectual de su tiempo, implica renovar la filosofía que, como forma de conocimiento había caído en una situación de parálisis y decadencia durante el siglo XIX debido a la preponderancia de las ciencias naturales como ya hemos visto antes. 

   Desde Kant la filosofía se ha concebido sólo como una teoría del conocimiento, siendo el único conocimiento verdadero el conocimiento científico. La filosofía quedaba reducida a un saber complementario y secundario. Pero esto está cambiando, según Ortega. Desde principios del siglo XX la filosofía está renaciendo porque hay una necesidad de renovar la cultura occidental. Esto le lleva a preguntarse a Ortega, qué es la filosofía , qué puede aportar y en qué se diferencia de otras formas de conocimiento, como por ejemplo las ciencias (física, biología, química etc.).

    La filosofía se caracteriza porque busca una verdad última e integral sobre el universo. Vamos analizar cada uno de estos aspectos de forma más pormenorizada. 
 a) La filosofía busca una verdad última. Esto quiere decir que busca aquella verdad que no presupone otras verdades anteriores, una verdad que no necesita fundamentarse en otra cosa sino que es la verdad más firme, más indudable que podemos encontrar. Esta es una diferencia clara con las ciencias. La física como ciencia, por ejemplo, da por supuesto una serie de verdades, por ejemplo que existe la materia o que hay leyes que explican el comportamiento de los objetos naturales. Los físicos no demuestran esto, sino parten de que es verdad, no lo ponen en duda. Entonces ellos no parten de una verdad última sino que se apoyan en afirmaciones cuya verdad dan por supuesta. La filosofía en cambio no acepta ningún supuesto, todo lo pone en cuestión porque busca una verdad que sea tan sólida y fundamental que no se apoye en ninguna otra. La filosofía es para Ortega un saber autónomo porque no depende de ninguna otra ciencia o saber. 


 b) La filosofía busca una verdad integral sobre el universo. Esto quiere decir que la filosofía no es un saber especializado en un tipo de objetos o de realidades. Las ciencias están divididas por tipo de objetos o de fenómenos. La física de los fenómenos físicas, la química de los químico, la biología de los seres vivos etc. La filosofía en cambio busca una explicación de todo. Pretende llegar a entender la realidad en conjunto sin parcelarla. Es decir busca principios que explican todo lo que en el universo hay, verdades que incluyen todo lo real y no dejen fuera nada. A este rasgo de la filosofía Ortega lo llama Pantonomía, pan en griego significa todo, la filosofía busca un conocimiento que abarque todo. 

c) Por último la filosofía busca una verdad última e integral, eso implica que no es seguro que pueda alcanzar esa verdad. Mientras que las ciencias parten del supuesto de que es posible alcanzarla verdad que buscan. La filosofía al no poder dar nada por supuesto, ni siquiera puede suponer que alcanzará la verdad que busca. Por eso la filosofía es el saber máximamente problemático, porque pretende el conocimiento de lo más fundamental y de lo que abarca todo y por ello no es posible asegurar que este conocimiento será logrado.

   La filosofía por lo tanto busca aquella verdad que no depende de otras verdades y que por lo tanto es el supuesto que explica toda otra verdad. A esto que la filosofía busca Ortega lo llama realidad radical. Es aquella realidad que está a la raíz de todo. Aquella realidad que conocemos de forma indudable, absolutamente segura y que además es el fundamento la raíz de cualquier otra realidad que exista. Este dato o realidad radical es el objeto del que se ocupa la filosofía. 

 2 En busca de la realidad radical 

   Normalmente las personas pensamos que lo más real son las cosas, el mundo. La existencia del mundo es una verdad que nadie pone al duda, es una verdad fundamental, básica. A esta forma de pensar. Ortega la denomina realismo

  El realismo es la actitud natural de cualquier persona es su vida cotidiana y fue también la primera filosofía que se formuló. Los griegos intentaban buscar de entre las cosas del mundo, aquella realidad más básica y fundamental, porque para ellos lo indudable, el dato radical era la existencia del mundo. Sin embargo esta es una creencia del sentido común que no es auténticamente segura. 

  La existencia del mundo es algo que normalmente damos por supuesto pero ya hemos visto que es filosofía no se debe dar nada por supuesto. Descartes demostró que podemos dudar de la existencia del mundo ya que no tenemos una manera cierta de distinguir el sueño de la vigilia. Esto quiere decir que la existencia de las cosas no es algo seguro y que las cosas para existir dependen de otra realidad que Descartes llamo cosa pensante. Cualquier cosa que yo tenga delante, una persona, una mesa, una habitación, un paisaje, desparece si cierro los ojos, deja de ser. Por lo tanto su ser no es absolutamente seguro e indudable. No es la realidad radical que yo busco. 

   Descartes a partir de poner en duda todo nuestro conocimiento llega a la conclusión de que sí hay algo indudablemente seguro: la existencia del pensamiento, de la cosa pensante. Puedo poner en duda todo lo demás (los sentidos, el mundo, la razón) pero no puede dudar de mi existencia como cosa pensante, porque al dudar ya estoy pensando y si pienso es que existo. 

  Con Descartes comienza una nueva etapa en la historia de la filosofía a la que Ortega llama idealismo. El idealismo parte de la afirmación de que lo evidente , lo indudable es la existencia de la conciencia, del yo y que todo lo demás (el mundo) es un contenido de esa conciencia, es decir es una representación que aparece en mi conciencia. . El idealismo afirma que todo conocimiento, toda verdad implica la existencia de un sujeto que conoce y piensa esa verdad. Sin el sujeto que conoce no habría una realidad conocida, y por ello no podemos dudar de la existencia del sujeto, del yo, pero sí de la existencia del mundo. Por lo tanto podemos dudar de que exista el mundo como algo independiente del yo. No es seguro que fuera del mi estén las cosas Por lo tanto, concluye el idealismo si el mundo no está fuera de yo, necesariamente el mundo está dentro del yo. El mundo es un representación que el yo tiene. Las cosas en realidad son sólo contenidos de la conciencia. 

    ¿Es realmente cierto que la única verdad evidente que podemos tener es la existencia del yo, de la cosa pensante, como dice Descartes? Para Ortega es sólo cierto en parte. Si bien es cierto que toda realidad conocida presupone la existencia de un sujeto que la conoce, lo mismo se puede decir al revés. El sujeto, el yo, para conocer necesita que exista un objeto distinto del él, porque sin objeto, no hay conocimiento, ni pensamiento. Es cierto que la existencia de cosas independientes del yo es problemática o dudable, pero decir que el mundo está dentro del yo es absurdo. Mi mente no contiene la mesa que veo, ni la persona, ni el paisaje. Hablar de contenidos de la conciencia no tiene sentido porque la conciencia no contiene nada. La conciencia o el yo consiste en ver, penar, sentir imaginar etc. 

  Estas son actividades. Pero estas actividades requieren la existencia de un objeto para poder efectuarse. Para ver es necesario ver algo, para pensar es necesario pensar en algo, etc. El sujeto, el yo, no puede hacer nada de lo que hace sin un objeto distinto de él. Este es un rasgo fundamental de la conciencia que se denomina intencionalidad y que fue puesto de manifiesto por un filósofo alemán llamado F. Brentano (1838-1917.). 

  La conciencia (haga lo que haga: ver, pensar, imaginar etc.) La conciencia es siempre conciencia de algo siempre apunta a algo, a un objeto. Por lo tanto la conciencia necesita que se dé este objeto, que esté delante, por así decirlo, para poder pensar en él etc. Por lo tanto los objetos, las cosas, el ,mundo no está dentro del yo sino junto al yo, coexistiendo con él. Por lo tanto necesitamos una definición de la realidad radical, de aquello que es el fundamento y raíz de todo, que incluya tanto al sujeto como al objeto, al yo y el mundo, porque ambos se necesitan mutuamente. 

  3. La vida como realidad radical 

   La crítica al idealismo lleva a Ortega a formular lo que el considera u nuevo principio de la filosofía, o dicho de otra manera una nueva forma de entender la realidad radical. Es evidente que existe el sujeto, el yo o la conciencia (yo) , pero éste necesita para existir de un objeto, es decir de cosas distintas de él . El sujeto (yo) y el objeto (las cosas, el mundo en definitiva) son inseparable, existen conjuntamente y se necesitan mutuamente. Sin objeto no hay sujeto y sin sujeto no hay objeto Ortega llama a esta coexistencia de yo y el mundo, la vida. Vivir es que yo, un sujeto capaz de percibir, pensar, imaginar, actuar, etc., se encuentra con rodeado de cosas, acontecimientos, situaciones etc. 

 1) La vida es siempre la vida de alguien. La vida de la que habla Ortega no es la vida en sentido biológico, sino en sentido biográfico. Es la vida del alguien, de un yo que se sabe o se descubre a sí mismo viviendo. Somos conscientes de nuestro vivir, por eso hablamos de “mi vida”. Por lo tanto la vida de que habla Ortega es aquella en la que constantemente y de forma necesaria hay un yo que hace cosas y al que le pasan cosas. 

   Por eso la vida no es algo genérico, sino algo propio y personal da cada persona, cada uno de nosotros tiene su vida. Cada uno de nosotros se descubre así mismo haciendo cosas y pasándole cosas y toda la realidad está referida a esa hacer y pasar. 

   2) Vivir es encontrarse con el mundo. En todo momento nos encontramos con cosas objetos que no soy yo. Ya hemos dicho que el yo no puede existir sin algo distinto de él. Un objeto que veo o que toco, una idea que pienso, una persona que me habla; todo esto son objetos con los que me encuentro. Pero la forma más exacta de definir aquello con lo que me encuentro en mi vida es la de circunstancia

  Este es un concepto clave en la filosofía de Ortega vamos a ver qué significa: 

    - La circunstancia es un conjunto de facilidades y dificultades con las que yo me enfrento. En mi vida me encuentro con cosas que me facilitan lo que quiero, por ejemplo la solidez del suelo me permite caminar, y con cosas que me dificultan lo que quiero, ej la solidez de la pared me impide seguir caminando en una dirección. Por lo tanto la circunstancia es todo aquello con los que me encuentro en mi vida, es decir todo un conjunto de hechos, situaciones determinadas y particulares: dónde se desarrolla mi vida, con quien me relaciono, cómo es mi propio cuerpo, qué acontecimientos me influyen, etc. 

  - La circunstancia es algo absolutamente personal y particular de cada persona, Cada uno de nosotros se encuentra con el mundo de una forma peculiar. Cada uno de nosotros se enfrente a su circunstancia, y aunque hay mucho elementos en común la circunstancia de cada uno es irrepetible. Cada uno vivimos en nuestro propio mundo, o dicho de otra manera el mundo para cada uno de nosotros es algo propio y personal. - La circunstancia es algo con lo que me encuentro sin haberlo elegido. No decidimos el mundo en que nos ha tocado vivir. Simplemente comenzamos a vivir en él casi sin darnos cuenta. La circunstancia nos es impuesta, pero esto nos significa que nuestra vida este determinada como lo está el comportamiento de una bala cuando sale de un fusil. En toda circunstancia podemos elegir, o mejor dicho no nos queda más remedio que elegir. 

   3) Vivir es forzosamente decidir lo que vamos a ser. El yo se encuentra con una circunstancia que no ha elegido, pero tiene que decidir qué va a hacer con ella. Y esta decisión es inevitable, forzosa. No hacer nada es ya una decisión. Incluso quien se suicida suprimiendo así su vida, lo hace por una decisión. La vida nos fuera a decidir necesariamente. Estamos constantemente proyectando queremos conseguir, qué queremos alcanzar, que queremos llegar a ser. Por eso dice Ortega que el yo es un ser que vive desde el futuro. Lo que ahora es, es el resultado del proyecto o propósito que el yo se ha marcado cuando decidió que quería ser. Esto no quiere decir que uno puede llegar a ser cualquier cosa. La circunstancia nos impone una limitaciones no todo es posible. Pero la circunstancia siempre no deja una serie de posibilidades entre las que podemos elegir. Cada personas se siente llamada a ser algo, a desarrollar un proyecto vital. Incluso aunque uno no sea del todo consciente de ello. Este proyecto vital enfrentado a la circunstancia es lo va determinando lo que una personas es, es lo va construyendo su vida. 


   4 ¿Por qué la vida es la realidad radical?

   Por eso concluye Ortega yo soy yo y mi circunstancia. La vida de cada uno está constituida no sólo por él mismo sino por la circunstancia que le ha tocado y vivir y de la que tiene forzosamente que ocuparse. Para Ortega la vida entendida como la coexistencia de el yo y su circunstancia es la autentica realidad radical que la filosofía busca. Es esa verdad última e integral que todo lo explica y que al mismo tiempo no necesita fundamentación por ser una verdad complemente evidente. Vamos a ver por qué. 

   1) La vida es la verdad última. Es la verdad más evidente y el más evidente y fundamental que cualquier otra verdad. No es posible dudar de que estoy viviendo, porque dudar ya es algo forma parte de mi vida. Sino viviera no podría dudar. De igual manera toda otra verdad da por supuesta la verdad de la vida. Pensamos que la ciencia nos ofrece una verdad objetiva sobre le mundo, pero la ciencia es un producto de los seres humanos situados en una determinada circunstancia, por lo tanto la verdad de la ciencia supone la vida como realidad donde la ciencia se desarrolla. La ciencia presupone que hay personas que viven y que su vida consiste en investigar la verdad. La vida es por lo tanto aquella verdad indudable de la que dependen todas las demás verdades. En ese sentido es la verdad última que busca la filosofía. 

  2) La vida es una realidad absoluta e integral. Toda está o forma parte de la vida. Todo está referido a ella. Ordinariamente solemos pensar que las cosas existen independientemente de nuestro vivir. Sin embargo esta es una idea que hemos construido para interpretar la realidad. Esta silla es para mi real porque la veo, la toco, me puedo sentar en ella. Por lo tanto real es aquello que aparece en mi vida, que me afecta de una forma u otra. Este es el hecho básico viviendo me encuentro con una serie de realidades, de cosas que me afectan. Esto no quiere decir que solo sea real lo que veo o toco. Por ejemplo el concepto de círculo, que comprendo con la razón, es también una realidad con la que me encuentro en mi vida. La ciudad de Pekín en la que no he estado nunca, es algo que me encuentro en mi vida, cuando oigo o leo a otra persona hablando de ella. Algo que no he visto nunca, en lo que no he pensado ni imaginado nunca, algo, en definitiva, con lo que no he tenido ninguna relación no tiene sentido decir que es real. Por ello la vida lo abarca todo. Nada queda fuera de ella. Comprender la vida es comprender la realidad de forma integral ya que la vida y realidad es lo mismo.